¿Cómo se trata una adicción?

El tratamiento de una adicción se apoya en dos pilares esenciales: el tratamiento farmacológico y el tratamiento psicológico. Ambos enfoques se complementan para abordar de forma integral las causas y consecuencias del consumo.

El tratamiento farmacológico resulta especialmente útil durante la primera fase de desintoxicación, ayudando a que la persona deje de consumir de manera más confortable y controlada, evitando los síntomas de abstinencia. Además, contribuye a eliminar la sustancia del organismo, reducir el craving (deseo intenso de consumo), prevenir recaídas, estabilizar el estado de ánimo y tratar posibles trastornos psiquiátricos asociados. En personas con una larga historia de consumo, que ha afectado gravemente al sistema nervioso central, el apoyo psicofarmacológico es altamente recomendable.

Por su parte, el tratamiento psicológico ayuda a la persona a comprender el origen y la función de su consumo, identificar los factores que lo desencadenan y desarrollar nuevas habilidades para afrontar la vida sin recurrir a las sustancias. A través de la terapia, se trabaja en la motivación para el cambio, la gestión emocional y la prevención de recaídas, facilitando una recuperación sólida y duradera.