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FSC y Gobierno de Navarra diseñan el plan estratégico de adicciones para los próximos cinco años

La Fundación Salud y Comunidad colabora con el Gobierno Foral en el diseño del IV Plan de Adicciones, integrando evidencia científica y experiencia comunitaria

El Gobierno de Navarra ha dado un paso significativo en la lucha contra las adicciones al aprobar el IV Plan Foral de Adicciones para el período 2025-2030. Este documento representa mucho más que una actualización administrativa: se trata de una respuesta adaptada a las nuevas realidades del consumo de sustancias y las adicciones comportamentales que afectan especialmente a las generaciones más jóvenes.

Lo que distingue a este plan estratégico es su proceso de construcción. El Departamento de Prevención de la Fundación Salud y Comunidad (FSC) ha trabajado codo a codo con el Ejecutivo Foral, pero no de forma aislada. El diseño del plan ha involucrado a profesionales de primera línea en el ámbito sanitario y social, representantes del Tercer Sector y, crucialmente, personas que han vivido experiencias directas con las adicciones. Esta diversidad de voces garantiza que las estrategias propuestas estén ancladas en la realidad cotidiana de quienes trabajan y viven estos desafíos.

Cómo se construye un plan de adicciones basado en evidencia

Cuando hablamos de prevención basada en evidencia científica, nos referimos a estrategias que han demostrado su efectividad en estudios rigurosos y contextos reales. El nuevo plan navarro se apoya precisamente en esta base sólida, incorporando investigaciones actualizadas sobre qué intervenciones funcionan realmente para prevenir el inicio del consumo, reducir daños y facilitar la recuperación de personas con trastornos adictivos.

Fernando Domínguez, consejero de Salud del Gobierno foral, explica que el plan se ha alineado estratégicamente con las directrices del Plan Nacional sobre Drogas y los criterios de la Agencia Europea de Drogas. Esta coherencia no es casual: permite que las intervenciones locales se beneficien de las mejores prácticas identificadas a nivel nacional e internacional, al tiempo que se adaptan a las particularidades de la población navarra.

Los objetivos prioritarios abordan el problema desde múltiples ángulos. Por un lado, se busca reducir los consumos que implican mayor riesgo para la salud, así como las conductas adictivas que pueden desarrollarse sin sustancias de por medio. Por otro, existe un énfasis especial en prevenir que los jóvenes inicien el consumo a edades tempranas, un factor que multiplica significativamente el riesgo de desarrollar dependencias graves. Además, el plan reconoce que las adicciones no afectan a todos por igual: las desigualdades sociales pueden amplificar la vulnerabilidad, por lo que se incluyen medidas específicas para reducir estas brechas en el acceso a la salud.

Nuevas adicciones que requieren nuevas respuestas

El panorama de las adicciones ha cambiado radicalmente en las últimas décadas. Ya no hablamos únicamente de sustancias tradicionales como el alcohol o las drogas ilegales. El plan navarro dedica especial atención a las adicciones comportamentales: el juego patológico, el uso problemático de pantallas y dispositivos digitales, y las apuestas deportivas online, que han experimentado un crecimiento preocupante especialmente entre población joven.

Para abordar estos fenómenos emergentes, el plan incorpora herramientas de vigilancia epidemiológica avanzadas. Una de las más innovadoras es el análisis de aguas residuales, que permite detectar patrones de consumo de sustancias en la población de forma agregada y anónima, identificando tendencias antes de que se conviertan en problemas mayores. Esta información es fundamental para anticipar respuestas y ajustar los recursos preventivos donde más se necesitan.

El plan también contempla la detección temprana de nuevas sustancias psicoactivas que van apareciendo en el mercado ilegal, muchas de ellas con efectos impredecibles y alto potencial de daño. Mantenerse actualizado sobre estos patrones cambiantes de consumo es esencial para que los profesionales puedan ofrecer información veraz y estrategias de reducción de riesgos adaptadas a la realidad.

La formación continua como pilar fundamental

Ningún plan puede funcionar sin profesionales bien preparados. Por eso, uno de los ejes centrales del IV Plan Foral de Adicciones es el impulso decidido a la formación especializada y continuada de quienes trabajan en el ámbito sociosanitario. Las adicciones son fenómenos complejos que requieren conocimientos actualizados sobre neurobiología, psicología, trabajo social y estrategias terapéuticas basadas en evidencia.

El plan fomenta también la investigación aplicada en adicciones, creando un círculo virtuoso donde la práctica clínica alimenta la generación de conocimiento, y este conocimiento, a su vez, mejora las intervenciones. Esta apuesta por la formación no solo beneficia a los profesionales, sino que tiene un impacto directo en la calidad de la atención que reciben las personas que buscan ayuda para superar una adicción.

El IV Plan Foral de Adicciones 2025-2030 representa un compromiso institucional con un enfoque integral que equilibra la prevención universal, la atención especializada y la reinserción social. Su implementación durante los próximos años determinará cómo Navarra responde a uno de los desafíos de salud pública más complejos y cambiantes de nuestro tiempo.

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