El consumo y la adicción a las drogas, tanto legales como ilegales, constituyen uno de los principales problemas de salud pública y de calidad de vida en las sociedades desarrolladas. A esta realidad se suman las adicciones comportamentales, como la ludopatía, que también tienen un fuerte impacto individual y social.
La Fundación Salud y Comunidad (FSC) nació en los años ochenta con una clara orientación hacia la atención de las drogodependencias. Con el paso del tiempo, su labor se ha ampliado a otros ámbitos de intervención relacionados con la salud y los problemas sociales, consolidando un enfoque integral en el tratamiento y la prevención de las adicciones.
En FSC, las adicciones se abordan desde una perspectiva global que incluye factores psicológicos, biológicos y sociales. La entidad presta especial atención a la relación existente entre los trastornos por consumo de drogas y otros problemas de salud mental, violencia de género o exclusión social. Para ello, dispone de centros especializados que ofrecen atención adaptada a las necesidades de cada persona.
La intervención de la Fundación se desarrolla tanto a través de servicios propios como mediante la gestión de programas públicos. Su red incluye recursos de atención ambulatoria, centros de día, comunidades terapéuticas, pisos de inserción, servicios dirigidos a personas sin hogar con problemas de drogodependencia y programas de reinserción laboral y social.
Asimismo, FSC gestiona centros y programas públicos en diversas Comunidades Autónomas mediante contratos o conciertos. Entre ellos se encuentran centros ambulatorios de tratamiento, programas de intervención en centros penitenciarios y proyectos orientados a reducir los daños asociados al consumo de drogas, como la prevención de la transmisión del VIH/sida.
A lo largo de su trayectoria, los programas terapéuticos de la Fundación han ofrecido apoyo a decenas de miles de personas. Sus acciones preventivas, dirigidas a estudiantes, jóvenes y familias, han contribuido también a sensibilizar a la sociedad y a fomentar una mayor conciencia sobre los riesgos del consumo de drogas y las conductas adictivas.